A la velocidad de la luz... o un poco menos

Muchos de los que me conocéis o habéis leído una, dos o tres veces mi blog sabéis que me encanta pasear mi sabiduría por cuantos lugares puedo o me invitan. Como no todos tenéis la inmensa fortuna de poder asistir a estos magníficos eventos, aquí os dejo un enlace a la última de mis hazañas. En esta ocasión fui invitado a una de mis ciudades favoritas: Bilbao, un lugar en el que se me quiere especialmente, lo sé. Yo también quiero a esta ciudad y a unas cuantas maravillosas personas que allí conozco. Por cierto, que si me permitís pedidos un favor, os rogaría que si tenéis a bien hacer algo bueno por mí y por esas personas, difundáis cuanto tengáis a bien y en cuantos medios podáis la charla que os enlazo, cuyo título es el mismo que el de este breve post. Hace falta que la gente conozca estas cosas, de verdad.

Quiero decir también que fue un auténtico placer y privilegio (aunque a algunos tontos de capirote cuyo nombre no citaré, para no hacerles una inmerecida publicidad, les joda en lo más profundo de su alma troll y su cerebro anormal) compartir escenario con nada más y nada menos que Miquel Barceló, otra magnífica persona y comunicador. Que lo disfrutéis...


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