Nada menos que 16 años han tenido que transcurrir para que se haya publicado, al fin, la traducción al español del estupendo libro de Lawrence Krauss The Physics of Star Trek, uno de esos libros que sin duda han sido pioneros en el estudio de la ciencia que podemos encontrar de forma "camuflada" en el cine de ciencia ficción y que ha supuesto una mina editorial en las dos últimas décadas, tal y como reflejan best sellers como The Physics of Superheroes, The Science of Superheroes, The Science of Supervillains, Physics of the Impossible, Fantastic Voyages, The Physics of the Buffyverse, The Science of the X-Men, por citar tan sólo unos pocos de los que figuran en mi biblioteca personal. Lamentablemente, no se puede decir lo mismo de nuestro idioma, aunque afortunadamente existen unas pocas excepciones honrosas, entre las que se encuentran los dos libros de una servidora: La guerra de dos mundos y Einstein versus Predator.
El libro que aquí me ocupa ahora, el de Krauss, como ya he dicho, es un texto excelente, escrito con un amor por la ciencia ficción, por la ciencia y por Star Trek fuera de toda duda y eso se nota en el trato que Krauss le da a sus afirmaciones, siempre con un exquisito cuidado para no ofender a los cientos de miles de fans de la mítica serie de TV, incluso en los momentos en que se discuten y analizan errores de bulto en alguno de los capítulos.
A lo largo de algo más de 200 páginas, Krauss, uno de los divulgadores científicos más célebres a nivel internacional, se centra en cuestiones de tipo general como pueden ser los sistemas de propulsión basados en el motor de curvatura o warp que emplea la nave Enterprise a base de aniquilación entre materia y antimateria, el fascinante problema del teletransporte y sus dificultades prácticas a la hora de la transmisión eficiente y rápida de la información. También tienen una sección reservada las maravillosas holocubiertas y los hologramas omnipresentes en la serie protagonizada por el capitán Kirk, el señor Spock y sus amigos. No menos destacables resultan otros conceptos como agujeros negros, de gusano, materia oscura, estrellas de neutrones, anyones, cuerdas cósmicas, solitones, quásares, neutrinos, etc. El último capítulo aborda algunos de los errores más escandalosos que se pueden encontrar a lo largo y ancho de los cientos de episodios que conforman una de las sagas más celebradas de la televisión, todo un fenómeno a nivel global, y que han sido recopilados tanto por fans de la serie como por científicos profesionales, siendo ambas categorías no mutuamente excluyentes, necesariamente.
Soy consciente de que mi opinión personal sobre el libro de Krauss nunca podrá ser completamente objetiva, pues afronta temas que son debilidades personales y profesionales de una servidora. Pero sí me gustaría decir que libros de divulgación como éste son muy necesarios a la hora de llevar este maravilloso mundo de la ciencia, de los sueños más audaces de la misma, a toda la humanidad, sin excepción. Utilizar la ciencia ficción y con la habilidad y maestría que lo hace el profesor Krauss no está al alcance de muchos autores. No dudéis ni por un instante en leerlo, habrá merecido mucho la pena.
No quiero finalizar esta reseña sin poner de manifiesto mi gratitud para con un buen amigo, Manuel Hermán, quien ha sido el responsable de la revisión exhaustiva (y me consta que MUY exhaustiva) de la traducción al español de la versión original inglesa, una traducción que, dicho sea de paso, me fue propuesta inicialmente a mí por parte de la editorial Laetoli. Desafortunadamente, mi situación personal y laboral no me permitieron llevar a cabo tan estimulante trabajo. Y ha sido ahora, más de un año después de aquella oferta, al leer el texto, cuando me he dado cuenta de que ni en el mejor de mis sueños hubiera podido acercarme al nivel que ha alcanzado el señor Hermán. ¡Gracias, compañero! Tanto por el excelente trabajo que has hecho como por la fantástica y emocionante dedicatoria que quedará para siempre grabada en mi ejemplar.
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