Juntos pero no entrelazados: ¿Tensión sexual no resuelta entre superhéroes cuánticos? (2ª parte)

¿A qué física está aludiendo Mary? ¿Se trata de alguna misteriosa fuerza de naturaleza eléctrica? ¿Poseen ambos cargas eléctricas opuestas, quizá como consecuencia de sus carreras a altas velocidades, a semejanza de lo que les sucede a las carrocerías de los automóviles? ¿Se trata de una interacción magnética? ¿Se comporta Mary como un polo norte y Hancock como un polo sur o viceversa? No parece demasiado probable, aunque sea lo primero que os haya venido a la mente. Aún menos posible resulta que sean víctimas de una descomunal fuerza gravitatoria, ya que deberíamos explicar de dónde saldría la ingente masa de sus cuerpos, pues de todos es sabido que la interacción gravitatoria es muchísimos órdenes de magnitud inferior a la eléctrica o la magnética. Sí, ya sé que estoy tratando con superhéroes y se puede admitir que son capaces de modificar a voluntad el peso de sus cuerpos, pero prescindiré de esta explicación hoy.

Cada cual es libre de elegir la justificación que más guste para la afirmación de Mary, pero a mí personalmente eso de que "fuimos creados a pares" me suena y me recuerda horrores el fenómeno conocido como entrelazamiento cuántico (en ocasiones, enmarañamiento). ¿Esto no os lo esperabais, eh? Bueno, lo cierto es que no me extraña. Al fin y al cabo este blog es así de bueno porque mis ocurrencias no son ni medio normales y del fondo de mi enferma quijotera salen las ideas más desquiciadas. Claro que yo juego con ventaja y me he guardado en la manga alguna que otra frasecita más sugerente que aparece en el film. Dejadme que os cuente.

En otro momento de la película, Hancock se encuentra en una tienda de licores, cuando ésta está siendo asaltada. En la confusión del momento, el atracador dispara su arma de fuego sobre Hancock, hiriéndole gravemente. ¿Cómo? ¿Herido gravemente por una bala? ¿Pero no es un superhéroe? En efecto, la sorpresa de nuestro superhéroe es mayúscula y, al igual que todos nosotros, se queda de piedra cuando contempla su propia sangre. ¿Qué le está sucediendo? Dejemos que sea la propia Mary quien se lo explique, a los pies de su cama en el hospital.


-M: Te conviertes en mortal. Somos nosotros, al estar tan cerca. Jamás había pasado con tanta rapidez. Nos va a pasar a los dos. Cuanto más lejos estés de mí, mejor te encontrarás. Recuperarás tus poderes pronto. Volverás a volar y a romper cosas y a salvar a las personas. Es como te decía antes, nos crearon por parejas. Y al aproximarnos a nuestra pareja perdemos nuestros poderes.

-H: ¿Por qué?

-M: Para que podamos disfrutar de una vida humana.


Esto sí que ya es definitivo y apesta descaradamente a entrelazamiento cuántico, no me cabe la menor duda. Os diré por qué.

El fenómeno físico conocido como entrelazamiento cuántico tiene que ver fundamentalmente con las correlaciones entre los estados de dos objetos. Lo que pasa es que esos objetos no suelen ser cualesquiera. Si habéis oído hablar en alguna ocasión de la dualidad onda-partícula sabréis que, por ejemplo, las partículas subatómicas como electrones, protones o fotones, entre muchas otras, presentan dos comportamientos: a grandes velocidades o energías se comportan básicamente como corpúsculos, digamos que como proyectiles; sin embargo, en otras ocasiones su comportamiento se asemeja más al de las ondas. Y las ondas tienen la molesta propiedad de poder estar en más de un sitio al mismo tiempo, de esparcirse por el espacio. Y, claro, eso tiene sus consecuencias. Cosas de la física cuántica...


Bien, imaginemos por un momento a Hancock y Mary como si fueran dos entidades subatómicas que pudiesen comportarse como personas adultas. Suponed que cada uno de ellos es capaz de encontrarse en dos estados mutuamente excluyentes de lo más cotidianos: cachondo y jaquecoso, de tal manera que siempre que nuestros dos superhéroes se hallen suficientemente alejados uno del otro se dé una de las siguientes cuatro posibilidades (en orden decreciente de dificultad, aunque esto es opinable, por supuesto): ambos cachondos, Mary cachonda y Hancock jaquecoso, ambos jaquecosos y, por último, Mary jaquecosa y Hancock cachondo. Ahora bien, algo sorprendente sucede a medida que se acercan más y más y se reduce la distancia que les separaba al principio. Tiene lugar una peculiar interacción mutua entre ambos que termina por establecer una misteriosa correlación entre el estado en el que se encuentran cada uno de ellos, pasando de los cuatro posibles ya vistos a solamente dos: si Hancock está cachondo le comerá la oreja a Mary y la convencerá para que ella también lo esté, pasando ambos a estado cachondo; en cambio, si Hancock ya se encuentra jaquecoso inicialmente, no habrá nada que hacer, pues ya se sabe cómo son ellas y acabarán, irremediablemente, los dos en estado jaquecoso.

Así pues, cuando Hancock y Mary han establecido esta íntima relación entre ambos, de alguna manera ésta se mantiene, haciendo que constituyan una pareja o, dicho en terminología cuántica, un sistema. Continuando con el símil, la susodicha relación juega el papel del entrelazamiento cuántico. Ya no hay forma de saber a priori quién de los dos está cachondo o jaquecoso. El sistema formado por nuestros superhéroes se encuentra en un estado borroso de superposición y la única posibilidad de averiguar el nivel de libido de cada uno consiste en realizar el test feromónico-sexual, lo que en mecánica cuántica se identifica con el proceso de medida. Dicho en idioma comprensible para no iniciados en los asuntos del chiki-chaka: el estado entrelazado que forman Hancock y Mary permanece indeterminado hasta que se averigua o se mide el de uno cualquiera de ellos. Antes de efectuar la medida, no sabemos si Hancock está marchoso o tiene dolor de cabeza (lo mismo se puede decir de Mary). Pero, en cambio, el estado de uno cualquiera de los dos queda perfectamente establecido en el preciso momento en que se mida, y cuando esto sucede, entonces ya no hay duda posible acerca del estado del otro. Sabemos con toda certeza que si Hancock está jaquecoso, Mary también lo estará y viceversa; en el caso de que Hancock esté cachondo, ella le corresponderá dulcemente. Hasta entonces ambos conviven en un estado de superposición que viene descrito por una función de onda que tiene una parte que corresponde a Hancock cachondo y Mary cachonda y otra parte que corresponde a Hancock jaquecoso y Mary jaquecosa, pero ninguno de los dos se encuentra definitivamente en uno de los dos estados: cachondo o jaquecoso.


Y aquí es donde se monta el pitote. Efectivamente, una vez que se ha establecido el estado entrelazado del sistema, éste se mantiene, independientemente de la distancia mutua que separe a ambas entidades, sean partículas o superhéroes. Ya pueden encontrarse a millones de kilómetros que lo que se le haga a uno lo sentirá inmediatamente el otro en el extremo opuesto del universo. Si conocéis unos tristes fundamentos de la teoría especial de la relatividad, lo anterior parece una violación flagrante del principio establecido por Einstein de que ningún objeto dotado de masa puede viajar más rápido que la luz ni tampoco se puede transmitir información a una velocidad superior a esos fantásticos 299.792,458 km/s. Así pues, ¿cómo se comunican Hancock y Mary o dos partículas entrelazadas cualesquiera, para que se den por enterados cada uno de ellos (en el acto) de lo que acaba de experimentar (el proceso de medida, propiamente dicho) o hacer el otro? ¿Estaba Einstein equivocado?


4 comentarios:

  1. El otro día estaba hablando con Joselito (Scientia) de esta explicación del entrelazamiento cuántico con el mismo ejemplo. Y no ya por el entrelazamiento sino por la genialidad que hay tras la asociación del fenómeno con la peli.

    A sus pies, again de los againes, maestro Sergio.

    Salud

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  2. Sencillamente magistral.
    Muchas personas que ahora siguen el Tercer Precog ya seguían el blog anterior y ya la habían leído. Yo agradezco muchísimo haberlo podido hacer.
    Muchas gracias por recuperarla.
    Un beso

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  3. Qué guasa tienes compi, me recordó una ida de pelota con la que andaba hace tiempo. ¿Quieres que tu matrimonio sea un deuterón? http://lacienciaparatodos.wordpress.com/2010/08/29/%C2%BFquiero-que-mi-matrimonio-sea-un-deuteron/

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  4. Genial explicación y genial el símil. Y entonces ¿qué? ¿cuál es la contestación a la última pregunta? To be continued....???

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