Quántum (reseña)


Siempre me ha fascinado la historia de la mecánica cuántica, de cómo fue surgiendo y avanzando inexorablemente, incluso a costa de las opiniones de muchos de sus propios creadores, los que la hicieron posible. Estas personas eran, ante todo, seres humanos, con sus filias y sus fobias; en definitiva, como todos nosotros. La única diferencia con el resto de la humanidad era su clarividencia, su intuición y su enorme comprensión del mundo físico.


Hace un par de días concluí la lectura de un libro que me ha impresionado muy agradablemente y que quiero recomendaros desde ahora mismo. Se trata de Quántum, de Manjit Kumar, editado por Kairós. En él, Kumar nos invita de una forma amable a viajar en compañía de todos aquellos grandes personajes de la física que contribuyeron, de una forma u otra, a establecer los fundamentos y desarrollar una de las teorías más grandes que nos ha legado la ciencia moderna: la física cuántica. Desde finales del siglo XIX, cuando Wien descubrió su célebre ley del desplazamiento, hasta ya bien entrado el último tercio del siglo pasado, con los experimentos llevados a cabo en Francia por Alain Aspect y en Estados Unidos por Clauser y otros (estas experiencias habían sido diseñadas cuidadosamente para poner a prueba el mítico teorema de Bell), confirmando las predicciones de la mecánica cuántica "de Bohr, Heisenberg y Pauli" frente a las teorías de variables ocultas locales defendidas por Einstein o Bohm, el libro de Kumar recorre casi ocho décadas de pasión, descubrimientos, fracasos, conflictos filosóficos y personales, pero sobre todo, amor por la ciencia, por el conocimiento de qué somos y por qué el mundo es cómo es y no de otra manera.

Quántum es un libro sobre historia de la ciencia, pero no solamente eso, sino mucho más. Escrito en un lenguaje extraordinariamente claro y conciso, salpicado constantemente por citas textuales, tal y como fueron recogidas por la historia, de los mismos protagonistas de aquellos años de efervescencia intelectual, su lectura se hace enormemente agradable. Obviamente, y dado que el tema abordado así lo requiere en ocasiones, de vez en cuando aparecen ilustrativas explicaciones de conceptos cuánticos, pues no se pueden entender de ninguna manera muchos de los acontecimientos que tuvieron lugar si uno no entiende, aunque sea someramente, conceptos como cuerpo negro, cuanto, fotón, efecto fotoeléctrico o efecto Compton, principio de indeterminación o incertidumbre, mecánica matricial, mecánica ondulatoria, función de onda, causalidad, localidad, etc.

Sin embargo, conceptos como los anteriores no deben amedrentar a la hora de leer el texto de Kumar, ya que están perfectamente intrincados en la trama histórica y humana que describe el libro a lo largo de sus 467 páginas, salpicadas una y otra vez de excelentes anécdotas. Por allí pasan las reticencias iniciales de Planck a creer en la existencia de los átomos y de los mismos cuantos que él había contribuido a crear; la prematura muerte de Heinrich Hertz a los 36 años, quien había observado el efecto fotoeléctrico por primera vez y cuya explicación le supuso la concesión del premio Nobel a Einstein; los apoyos incondicionales a Einstein por parte de Johannes Stark (descubridor del efecto de un campo eléctrico sobre el desdoblamiento de los líneas espectrales en los átomos) cuando aquél propuso la teoría cuántica de la radiación y la posterior persecución y denuncia, años después, por ser Stark miembro del partido nazi; la forma en que Heisenberg ideó su mecánica matricial, tras una estancia de reposo por enfermedad en Heligoland, una solitaria isla en el Mar del Norte o el asombroso hallazgo de Schrödinger de su famosa ecuación mientras retozaba con una de sus numerosas amantes durante una estancia en los Alpes; y muchas otras. 

Pero todo lo anterior y mucho más que se puede encontrar en el libro que aquí os reseño, no es otra cosa que la disculpa (eso sí, necesaria para lo que vendrá después) de la que hace uso el autor para introducirnos en el núcleo central del ensayo, que no es otro que las discusiones y enfrentamientos intelectuales que tuvieron lugar a lo largo de los años entre Albert Einstein y Niels Bohr. Ambos mantuvieron opiniones enfrentadas hasta sus últimos alientos sobre la verdadera naturaleza de la realidad. Para Einstein, sustentada en la existencia de una realidad física objetiva y determinista; para Bohr, anclada firmemente en la interpretación de Copenhague, el principio de incertidumbre de Heisenberg y la naturaleza no local de la física cuántica. 

Aun después de la muerte de ambos gigantes de la física (no os perdáis el último dibujo que hizo Bohr en la pizarra de su estudio la noche anterior a su fallecimiento) y también de la historia de la humanidad, la cuestión no parece zanjada en absoluto. De hecho, en el libro se alude a una encuesta realizada entre 90 físicos cuánticos para solicitar su inclinación por alguna de las varias interpretaciones distintas de la mecánica cuántica. Tan sólo 4 de ellos se mostraron a favor de la interpretación de Copenhague, anteriormente liderada por Bohr; nada menos que 50 se mostraron indecisos o tenían dudas y otros 30 se decantaron por la interpretación sugerida por Hugh Everett III tan sólo un par de años después de la muerte de Albert Einstein. A esta interpretación la conocemos actualmente como "de los muchos mundos". ¿Será la definitiva?


6 comentarios:

  1. Hola, me gustaría saber tu opinión sobre 2 libros de texto de Física general, el de Paul Hewitt y el de Sears Zemansky.

    Muchas gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son dos libros muy distintos. El Sears-Zemansky es un buen libro para estudiantes de primer curso universitario, muy general y de un nivel básico, sin complicaciones, aunque excesivamente extenso para los planes de estudios vigentes en la actualidad. Está bien surtido de ejercicios y la edición es francamente buena. Yo lo he seguido como libro de texto de mis estudiantes durante varios cursos. Además, posee una buena cantidad de recursos para profesores que amablemente me pasa la editorial.

      En cuanto al libro de Hewitt se trata de una obra que no veo muy adecuada como libro de texto a seguir en un curso, pues como su propio título indica le veo mucho más apto como lectura complementaria para estudiantes especialmente interesados en la materia. Esto último, por supuesto, no suele sucederles a mis estudiantes de ingeniería, cuya máxima y única aspiración consiste en aprobar y pasar a otra cosa mariposa.

      Saludos.

      Eliminar
  2. Muchas gracias. A mí que no soy físico ni ingeniero me gustan mucho ambos. Me habría encantado que me hubiesen enseñado Física en el Bachillerato como la enseña Hewitt.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, a mí también. Lamentablemente, si en los centros de enseñanza se enseñase como les gusta a los alumnos realmente interesados, habría auténticas revoluciones entre el resto de los estudiantes. Normalmente, interesa aprobar y no aprender. Triste pero cierto.

      Eliminar
  3. Respecto a la última frase del artículo, la interpretación más apoyada por los científicos actuales; la de los "muchos mundos", ¿es la de los multiversos o algún tipo de jerarquía de mundos tipo habitación<casa<ciudad<país...o cual,? ¿dónde puedo encontrar un foro de debate al respecto?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La interpretación de los muchos mundos es la misma que la de los universos paralelos. En cuanto al foro de debate, ancho y proceloso es el océano de la web...

      Saludos.

      Eliminar