Hay dos reglas que me autoimpongo cuando escribo la reseña de un libro y son éstas:
1.- El libro me lo han tenido que regalar, bien su autor/a, bien su editorial.
2.- El libro tiene que haberme gustado.
Si cualquiera de estas dos normas no se cumple, prefiero no reseñar el libro, aunque sea por deferencia hacia su autor/a o la editorial, para no hacer publicidad negativa.
En el caso particular que me ocupa en esta ocasión, tengo que decir que Made in Spain, no solo me ha gustado sino más bien me ha encantado, me ha fascinado, me ha maravillado y me ha sorprendido muy gratamente. Las horas que he empleado en su lectura se me han pasado volando y en cada página que leía saltaba una nueva sorpresa a cada cual más sorprendente. Pero es que, además, Made in Spain está escrito por un buen amigo, una excelente persona y un escritor al que admiro: Alejandro Polanco Masa (alias @alpoma). Cargará para siempre en mi conciencia no haber leído este, su libro, antes, pues a fuerza de ser sincero debo reconocer públicamente que el bueno de Alejandro me lo regaló hace ya unos cuantos meses, cuando acababa de salir calentito del horno de la editorial Glyphos Publicaciones. Lo fui aparcando porque, afortunadamente, soy una persona que puede presumir de tener una lista de lecturas pendientes tan extensa que, inevitablemente, unos deben ir antes que otros y siempre me cuesta horrores decidirme por el siguiente. Te pido mis más humildes disculpas, Alejandro.
En fin, después de estas breves pero sinceras disculpas y muestras de arrepentimiento, voy con lo verdaderamente importante: ¿de qué trata Made in Spain? Pues muy sencillo. Se trata de una extensa recopilación (más de 400 páginas) de detalles biográficos, junto con sus logros más destacados, de algunos de los más grandes inventores, científicos, ingenieros, que ha dado nuestro país a lo largo de la historia, desde el siglo XVI hasta el siglo XX, aproximadamente. Si solamente se quedase en eso el libro, ya tendría suficiente mérito, pues la labor de investigación requerida para llevar a fin tal misión no es nada despreciable. No obstante, Alejandro no se conforma con elaborar breves biografías, ni mucho menos. A lo largo de todo el texto, dichas biografías vienen acompañadas de descripciones, más o menos detalladas, de los inventos de sus autores, del papel que jugaron en la sociedad de la época que les tocó, de las interrelaciones entre los propios científicos/inventores y la política, las administraciones, los gobiernos, el público. Pero, por encima de todo, y este detalle es el que más me ha gustado, es que casi todos los personajes que desfilan por las páginas del libro tienen una característica en común: siempre han sido ignorados, cuando no olvidados o incluso maltratados por la historia, hasta tal punto que la gran mayoría de ellos resulta desconocida para nosotros.
Made in Spain: cuando inventábamos nosotros está organizado por bloques temáticos: los inventos terrestres (vehículos a vapor, los primeros ferrocarriles españoles, el Canal de Castilla, los motores Barreiros, etc.); los inventos aéreos (autogiro, helicóptero, la escafandra estratonáutica, la aviación a reacción y supersónica); los descubridores de elementos químicos (wolframio, platino, vanadio); las aventuras marítimas (primeros mapas de América, los primeros descubridores españoles de la Antártida, el hidrotrén, el marmotor, el submarino, etc.); la telegrafía óptica, las pilas, la calculadora, el telégrafo eléctrico, la primera línea telefónica en España, los pioneros de la radio, la mujer que predijo el libro electrónico, la pluma estilográfica, la invención de la primera lengua universal, la célebre expedición Balmis para la vacunación masiva contra la viruela, el precursor de la toxicología, el inventor del laringoscopio, los primeros aparatos de rayos X, la anestesia epidural, la fregona; los observadores del cielo (el padre de la meteorología en España, los primeros astrónomos célebres españoles, y muchas otras cosas increíblemente interesantes. A todo lo anterior hay que sumar un último capítulo fantástico, asombroso, que no os desvelaré porque es realmente como para seguirle la pista y escribir un libro entero a partir del mismo. Merece muchísimo la pena.
El libro de Alejandro me ha dejado sensaciones contradictorias. Por un lado, he sentido una alegría inmensa por haber descubierto y aprendido un montón sobre muchísimos grandes personajes que ha dado este país nuestro, tan hecho unos zorros, y que no conocía en absoluto (hay algunos otros que sí nos son familiares, aunque quizá desconozcamos más acerca de su vida y obra de lo que creemos, como Juan de la Cierva, Leonardo Torres Quevedo, Juan de la Cosa, Isaac Peral o Narciso Monturiol. Por otra parte, he experimentado tristeza y amargura infinitas por comprobar, una vez más, que España ha sido y es un país destructor de inteligencias, maltratador de ingenios, erosionador de talentos. La falta de interés, la pertinaz ausencia de una cultura científica por parte de políticos y gobernantes y su estrechez de miras, han llevado a lo largo de nuestra historia al fracaso de innumerables ideas brillantes, pioneras, geniales, y al olvido de sus igualmente brillantes y talentosos autores, quienes se adelantaron a los descubridores e inventores que actualmente figuran en los tratados de historia y que son reconocidos universalmente. De haber nacido en otro país, a buen seguro, sus nombres serían recordados hoy. No me cabe la menor duda. ¡¡Gracias, Alejandro!!
Una reseña muy interesante y que me anima a leerlo con premura, pues tengo el libro en mi poder desde que mi amigo Alejandro me lo regalara también.
ResponderEliminarNo cabe duda de que Alejandro ha hecho un excelente trabajo a jugar por lo valioso de tu reseña.
Solo me cabe darte las gracias y leerle cuanto antes.
¡Gracias!